LAS CUEVAS
Vista de las Cuevas de Arguedas (1,56 Mb)
Las cuevas de Arguedas, surgieron a finales del siglo XIX. Estos habitáculos se horadaban en el monte, para dar lugar a viviendas donde vivían los arguedanos con menos recursos económicos.
Fue una época difícil, en la que se optaba por este tipo de construcción, para no vivir bajo el poder de unos pocos que tenían en propiedad la mayoría de las casas, que eran arrendadas a los habitantes de la localidad. Otra de las razones por las que se dió este tipo de construcción, fue por la relativa facilidad para excavar el terreno, e ir ampliando las viviendas conforme aumentaban las necesidades de las familias.
En 1940 se contabilizaban en Arguedas 52 viviendas en cuevas; estas fueron abandonadas en los años 60 debido a la construcción de vivienda social en la localidad. La gran mayoría han sido clausuradas.
Normalmente la estructura de la vivienda se disponía a lo largo de la fachada para aprovechar la luz natural, no había pasillo y se pasaba de una dependencia a otra directamente. Muchas de las casas contaban con granero y corral, ya que la gran mayoría pertenecían a agricultores que necesitaban espacio para dejar sus útiles de trabajo.
EL BALCONICO DE LOS MOROS
Vista de Arguedas desde «el balconico» (740Kb)
Los arguedanos y arguedanas llaman Balconico de los Moros, a un balcón natural que existe en el peñasco que se levanta amenazador sobre la Iglesia de San Esteban.
Se accede por detrás del caserío, subiendo por la Calle «La Concha», y tras un sendero empinado bien marcado en el suelo, se llega a lo alto del peñasco, y junto al risco se encuentra el Balconico. Sin duda se observan desde ahí las mejores vistas de Arguedas, con la impresionante torre de la Iglesia al frente, el campo a lo lejos, y en el horizonte el Moncayo. Detrás que da el monte que termina en el Yugo.
El nombre de Balconico de los Moros proviene seguramente de la ubicación hasta 1084 de lo que fue la alcazaba (castillo) moro. Más información
LAS «SUERTES», 1000 AÑOS DE COMUNISMO
Derivado del Fuero de Arguedas, concedido en 1092 por Sancho Ramírez, el uso agrícola de parte del Soto de Arguedas, se organizaría la mitad para uso en propiedad heredable, y la otra mitad para uso comunitario.
Esta disposición que tiene casi un milenio, sigue, con las oportunas matizaciones como advierte Gil Gómez, vigente en la actualidad, y parte del Soto es de propiedad municipal, que debidamente parcelada, concede en usufructo a los arguedanos que debidamente empadronados lo soliciten para actividad agrícola.
Este Fuero de Arguedas, especial en sus estipulaciones, vino a adelantarse 800 años a planteamientos políticos cercanos al comunismo.