Parque Natural y Reserva de la Biosfera.
Las Bardenas Reales son un territorio árido y semidesértico con un longitud máxima de norte a sur de 45 kilómetros y una máxima de este a oeste de 24 kilómetros. En total 45.000 hectáreas situadas en el oeste de la Ribera de Navarra con la calificación de parque natural y reserva de la biosfera.
Se trata de una vasta extensión de tierras entre municipios cuya titularidad no recae en ningún ente local y que la legislación navarra define como entidad local y corporación de carácter tradicional.
La Bardena limita con los municipios navarros de Carcastillo, Santacara, Mélida, Murillo del Cuende, Caparroso, Villafranca, Cadreita, Valtierra, Arguedas, Tudela, Cabanillas, Fustiñana y Buñuel; así como con los municipios aragoneses de Sádaba, Tauste y Ejea de los Caballeros.
Arguedas constituye la puerta de entrada a las Bardenas y la vida de sus habitantes, a través de los usos tradicionales (caza, leña, pastoreo, cultivo, etc) y de los más actuales (senderismo, paseos en bicicleta, etc), ha estado y está unida a la de este espectacular paraje que sorprende y empequeñece al visitante.
Bardenas Reales: Existen dos zonas claramente diferenciadas, la Blanca y la Negra. La primera, denominada así por el color blanquecino del suelo debido a los afloramientos de sal (salitre), se extiende desde los términos de Pisquerra y del Vedado de Eguaras hasta Carcastillo. Se caracteriza por grandes llanuras y profundos barrancos con cabezos o cerros de formas imprevisibles que la erosión talla día a día. Al sur, está situada la Negra, con más vegetación, con relieves tabulares casi horizontales y atravesada por el Barranco de Tudela.
El clima, muy extremo, se caracteriza por los inviernos muy fríos, azotados por el viento del norte (conocido como Cierzo) y los veranos calurosos, con temperaturas que fluctúan desde los 45 ºC en verano a los 5 ºC bajo cero en invierno.
Entre su vegetación esteparia destacan el esparto, los ontinares, el romero y el tomillo, pudiendo encontrarse en algunas zonas restos de bosques de pino carrasco y alepo.
La fauna, adaptada a la difícil vida en este cuasi desierto, está compuesta por lagartos ocelados (conocidos en Arguedas como gardachos), culebras bastardas, rapaces (milanos, gavilanes, alcotanes y águilas), zorros, jabalíes, gato montés, turón, comadrejas, conejos, liebres y perdices. También se pueden encontrar distintas aves esteparias hoy en peligro de extinción como gangas, alcaravanes, sisón, ortegas, etc.